La pandemia aceleró la toma de decisiones dentro de las organizaciones y el movimiento del negocio a la nube ya no aparece como una herramienta opcional para mantenerse competitivo dentro del mercado, sino que es parte del paradigma digital de la nueva normalidad. La pregunta no es si dar el salto, sino cómo lograr adaptar los procesos al mundo cloud.
El mejor camino de una compañía dependerá de varios factores, como el tamaño de la empresa, qué datos se busca migrar, y cuál es la forma de trabajo del equipo que usará por primera vez las aplicaciones en la nube.
- Transferencia: transferir todos los datos a la vez para el funcionamiento inmediato en la nube.
- Consolidación: unificar los servidores y sitios cloud, seleccionando los datos en las diferentes aplicaciones.
- Migración por fases: gestionar los datos de forma ordenada para trasladar algunas aplicaciones a la nube hasta lograr su totalidad.
Lograr el salto hacia la nube es una ventaja para los departamentos de IT en cuanto a la dirección de la transformación digital y la recuperación del control perdido. La transferencia a cloud permite agilizar e innovar los procesos para responder al cambio de valor que necesita el mercado.
Según un estudio de Harvard Business Review, el 96% de los trabajadores reconoce que quiere más flexibilidad en su vida laboral pero solo el 47% dispone del acceso al tipo de flexibilidad que necesita. La conexión en horas no convencionales, la autonomía para gestionar horarios y las nuevas herramientas para cumplir las tareas de forma remota son parte del nuevo paradigma que trae consigo el trabajo en modalidad de licenciamiento cloud.
Softland ofrece distintos productos y servicios para que las empresas puedan adoptar nuevas tecnologías y continúen operando frente a cualquier contexto. El objetivo es ayudarlos a perdurar en el tiempo y reajustar los procesos a la competitividad del mercado.