Si bien gran parte de los últimos años de la Edad Moderna ha girado alrededor de la geopolítica, en lo que a las relaciones internacionales se refiere, vemos cómo en este momento se comienza a dar un giro muy importante hacia la “Tecnopolítica”, siendo precisamente la tecnología el nuevo factor que regirá el ajedrez de las relaciones internacionales a nivel global.
La disputa por supremacía tecnológica más evidente en este momento se está dando entre los Estados Unidos y China. Estados Unidos ha dominado globalmente y durante mucho tiempo en el campo de la Tecnología de la Información (IT). Su gobierno, universidades y espíritu emprendedor lo han dotado de décadas de liderazgo, tanto en hardware como en software. Sus ventajas militares y crecimiento del mercado bursátil, están dados por su supremacía tecnológica y la contribución de los “gigantes tecnológicos” (uno de ellos avaluado en +$2trn USD y tres más por encima de $1trn USD).
Como consecuencia de esta disputa tecnológica, vemos cómo los gobiernos de cada país (US/China) empiezan a vetar tecnologías de empresas no nacionales (ej. US vs Huawei) y cómo el gobierno chino dobla sus esfuerzos para desarrollar tecnología en el sector de semiconductores para dejar de depender de empresas no nacionales. Del mismo modo, vemos cómo las corporaciones empiezan a duplicar sus cadenas de suministro (ej. Apple planeando cadenas de suministro en Inda, paralelas a las que tiene ya en China). Y esta separación no es solo en cadenas de suministro de las grandes corporaciones, ya se está dando en software y en otros campos también.
Pero no son solo Estados Unidos y China los que están en la contienda por la supremacía tecnológica. Están también países como India, la Unión Europea y Japón, así como grandes corporaciones tecnológicas como Alphabet, Apple y Microsoft, entre otros. Todos estos jugadores (tanto naciones como corporaciones) están en una pugna constante sobre diversos puntos alrededor de la tecnología, pero lo realmente importante es que si los países democráticos no llegan a un acuerdo común en cuanto a las “reglas del juego”, será China el país que termine definiendo estas reglas en gran parte del mundo y serán reglas desarrolladas para el confort y apoyo de las autocracias.
Una propuesta que está sobre la mesa es la creación de un “Digital Trade Zone”, algo así como un tratado de libre comercio digital, donde sus miembros aceptarían un tratado común donde se promoverían aspectos como la ciberseguridad, la protección de la privacidad, y los valores democráticos de la Internet. Solo los países que cumplan con el tratado podrán ser miembros, y solo los miembros podrán comerciar digitalmente – libremente.
Fuente: Por Carlos Gaviria, Director General Softland Colombia.